Se cree que una de cada cuatro personas podría sufrir un ataque de pánico a lo largo de su vida y una de cada 25 personas podría desarrollar un trastorno de pánico.

Los ataques de pánico son mucho más comunes en mujeres, se relacionan normalmente con la personalidad y se produce después de vivir sucesos de mucho estrés. Las personas con un alto grado de ansiedad a nivel cognitivo, fisiológico o conductual tienen una mayor probabilidad de sufrir un ataque de pánico.

En principio, un ataque de pánico tiene como primer síntoma la ansiedad intensa. Estos síntomas pueden aparecer de forma súbita y podrían permanecer hasta después del ataque de pánico.

Después del ataque puede aparecer una situación condicionada. Por ejemplo, ir a un concierto puede convertirse en una situación condicionada si la persona ha sufrido un ataque de pánico en ese contexto.

Que hacer en un ataque de pánico

  • Identificar qué nos está sucediendo.
  • Darnos auto instrucciones para bajar la alerta y la activación –como respirar con tranquilidad–.
  • Comprender el motivo por el que nuestro cuerpo está reaccionando así.
  • Darnos tiempo, desde la tranquilidad y la aceptación, para que se pase.

Es importante que, si sufres ansiedad y has tenido ataques de pánico, acudas con un profesional, este te ayudará a controlar y saber por qué te dan estos ataques.